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En esta página: El salto del enamorado. Arada, siembra y siega tradicional del trigo realizado por la Unitaria de La Galga.

Cuenta la tradición que un pastor cuidaba sus cabras por los lugares de La Galga.

Un día se encontró con una joven doncella de la que quedo enamorado y le propuso varias veces matrimonio.

La joven cansada de sus pretensiones, le propone una prueba suicida para obtener su amor: dar tres vueltas con una lanza sobre un acantilado

El valiente cabrero aceptó el reto y dio la primera de esas vueltas gritando ¡En el nombre de Dios!, la segunda dijo ¡En el nombre de La Virgen! Cuando dio la tercera exclamó ¡En el nombre de mi amada, que ya la tengo ganada!, pero el valiente muchacho perdió el equilibrio y cayó al vacío.

Desde entonces el lugar es conocido como El Salto del Enamorado y se ha dedicado una estatua al pastor en la Montaña de La Galga.

PUNTALLANA LA PALMA.JPG
Ancla 1

En el barrio puntallanero de Santa Lucía se celebra cada trece de diciembre la festividad de la Patrona de los invidentes: Santa Lucía.

La imagen se encuentra en una pequeña ermita en un paisaje de gran belleza. Es el templo canario más antiguo dedicado a la Santa. No se sabe con exactitud su fecha de construcción, aunque el registro más antiguo data del año 1530.

A finales del siglo XIX era costumbre que una gran cantidad de romeros se concentraran en Santa Cruz de La Palma para acudir a las fiestas de Santa Lucía. En la capital, y según una vieja costumbre, adquirían una caña dulce para iniciar la marcha hasta la lejana ermita. Los devotos no solo acudían por tierra, sino que también lo hacían por mar debido a la inexistencia de carreteras. Acudían romeros hasta la costa de Martín Luís para, desde allí, subir hasta la ermita.

 

El pintor palmero Manuel González Méndez en 1878 dejó plasmada esta escena en uno de sus cuadros más importantes, “La Romería de Santa Lucía”. Este cuadro se encuentra en el salón de Plenos del Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma.

Una vez en el lugar, se asistía a las funciones religiosas y procesiones para, por la tarde, tomar parte de los bailes. Lo más corriente en estos pasatiempos era el sirinoque, que daba comienzo a las relaciones entre los asistentes. Tampoco faltaban las folías y el alegre acompañamiento de la contra y la guitarra.

También durante la fiesta, las parejas de jóvenes bailaban la Danza Marinera portando un arco de colores mientras un coro cantaba.

Acabado el jolgorio y la fiesta, llegaba el momento del retorno. El grupo más numeroso de romeros volvía a Santa Cruz con la caña al hombro adornada con frutas de la zona, siendo muy popular el pareado:

 Vengo de Santa Lucía,

no hay caña como la mía.

Era frecuente que las alegres y divertidas comparsas llegaran a Santa Cruz de La Palma entonando las “relaciones” por boca de los verseadores, tan frecuentes en la isla. En las letras de los estribillos se hacía alusión a la fiesta que se acababa de disfrutar. Así, corría de boca en boca por toda la isla “lo buena que estaba”, por lo que, el que no pudo ir ese año, trataría de hacerlo al siguiente. De esta manera fue incrementando el número de romeros.

 

En el año 2016, el Colectivo de Escuelas Unitarias celebró el Día de Canarias con su popular Romería partiendo desde la ermita de Santa Lucía y reviviendo éstas y otras tradiciones.

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